El coltán, el oro negro del siglo XXI

by - noviembre 29, 2019


El coltán, como todo el mundo sabe es un mineral negro metálico y opaco el cual está compuesto por columbita y tantalita. No tiene una fórmula química específica para definirlo y su nombre viene de unir los principios de los nombres de sus mismo componentes (COL-TAN).

Su explotación se lleva a cabo mayoritariamente para poder extraerle el tantalio que lleva dentro, por lo tanto su valor dependerá de la cantidad de tantalita que contenga. Muchos países, principalmente de África, aunque también Australia, Canadá, Rusia y China, tienen reservas de coltán y son los principales productores del mismo. Sin embargo, algunos de ellos como Rusia, todavía no han explotado sus reservas del mineral.



La extracción del mismo generan un montón de conflictos geopolíticos, sobre todo en países como el Congo, donde se mezclan tanto los intereses del Estado como los países fronterizos, de las guerrillas del país, los contrabandistas y las multinacionales. Todos estos, han supuesto la financiación de lagunas bandas de la Segunda Guerra del Congo, un conflicto que dejó atrás más de 6 millones de muertos.

Su uso principal es para crear equipos electrónicos, siendo este metal muy ventajosos para esto ya que es muy fácil de reducir (en cuanto a tamaño) y es de alta fiabilidad y estabilidad. Algunos usos del mismo dentro del los teléfonos inteligentes son:

  1. Dentro de las baterías.
  2. Lentes de cámara más finas y pequeñas.
  3. Controla los materiales altamente conductores.
  4. El microprocesador también lo contiene.
                                

Muchos de los problemas que conlleva su extracción son:
La República Democrática del Congo, tiene el 80% de las reservas de coltán, por lo tanto existe, desde el año 1998, una guerra por el control de los yacimientos. Esta guerra supone al menos casi 5,5 millones de muertos y los destinatarios finales de los productos son Alemania, EEUU, Países Bajos y Bélgica.

Ruanda y Uganda han sido acusados de expolio y tráfico de este material en varios casos, además que cada uno de ellos tienen la ayuda de EEUU, por lo que gran parte de sus deudas internacionales han sido saldadas y reciben gran material y dinero para seguir con este tráfico.

La ocupación ruandesa en el este del Congo ha supuesto que este país no reciba ningún beneficio propio y muchas fuentes han descubierto movimientos ilegales del mineral sin ningún control y se estima que los ruandeses tuvieran al menos más de 250 millones acumulados tras solo 18 meses de ocupación.

Los gobiernos de los tres países involucrados han negado su participación en este tráfico.

You May Also Like

0 comentarios